Duomo de Milán
1550-1600
Este relicario es una reconstrucción de la basílica paleocristiana de Milán. Tiene forma de templo de tres naves divididas por columnas dóricas estriadas y, la central, remata por un tejado a dos aguas. Las laterales, a menor altura, culminan en seis cúpulas. Está completamente cuajado de decoración damasquinada y dorada.
La fachada culmina en una Virgen sobre un frontón triangular, que descansa sobre una estructura sostenida por cariátides y ángeles tenantes. En los laterales aparecen recostados otros dos ángeles con antorchas. Se reconocen a los cuatro evangelistas y a los padres de la Iglesia Latina. En la zona exterior del testero, se representan varios relieves con personajes del Antiguo Testamento asociados a episodios relacionadas con ellos: Gedeón, Josué, Aarón, Moisés y José. En el exterior de una de las paredes se suceden escenas veterotestamentarias: el sacrificio de Isaac por Abraham, Isaac bendiciendo a su hijo Jacob y el sueño de este último. En la otra puerta aparecen: Sansón, David ungido por Samuel, y Salomón y la construcción del templo de Jerusalén, muy relacionado con el Monasterio de El Escorial. En las enjutas de los vanos exteriores se disponen figuras de profetas enfrentadas a sibilas recostadas, como en la Biblioteca Escurialense.
El altar mayor está presidido por «La crucifixión» y los ángeles con los instrumentos de la Pasión se prolongan por las paredes laterales. Cristo está flanqueado por María Magdalena y la Virgen. En los altares laterales vemos «La flagelación» y «La resurrección». En la bóveda gallonada superior encontramos «La ascensión de Cristo» rodeado de sus discípulos y, en los laterales, «La oración en el huerto» y «Los discípulos de Emaús». Los muros del templo están interiormente recorridos por los doce apóstoles dispuestos en parejas.
Este edificio, articulado por bisagras, permite abrir lateralmente las paredes y levantar la bóveda de cañón, cuajada de compartimentos circulares protegidos por cristales circulares, en los que insertar reliquias con sus inscripciones en papel pintado en tonos azules. Aparte de algunas inscripciones, los santos a los que corresponden las reliquias van acompañados de sus títulos identificativos. Junto a motivos decorativos religiosos menores, encontramos otros profanos, como pequeñas figuras en óvalos, guirnaldas y trofeos. Aunque anónimo por el momento, los talleres milaneses destacaron por el dominio del trabajo en el metal y el damasquinado. Uno de los artífices milaneses más afamados fue Giovan Battista Panzeri, conocido como «il Zarabaglia» (1520? -1591?), quien, aparte de armaduras, realizó para el rey prudente un escritorio, algunos ornamentos metálicos y cabezas-relicarios para el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Este destacado mueble de hierro se ha conservado excepcionalmente gracias a su carácter sacro. Se entregó en El Escorial el 7 de noviembre de 1597, aunque se pudo haber fabricado con anterioridad. Cuando llegó al Monasterio, estaba desprovisto de reliquias, que se insertaron posteriormente.