La Sagrada Familia con san Juanito
1589
En el centro de la composición, la Virgen se encuentra en actitud de levantar un velo transparente al Niño Jesús, que duerme en una cuna de mimbre, ante la atenta mirada de José, que, con los brazos extendidos, da idea de protegerlos a sus espaldas. A la izquierda, san Juanito impone silencio con el dedo en los labios para no interrumpir el sueño del Niño. Propio del estilo de la pintora son la dulzura «correggiesca» con la que dota a sus personajes y la exquisita técnica que le permite reproducir las telas en tan vivos colores, como el amarillo de la colcha y el verde del cortinaje que sirve de fondo.
La escena está basada en el famoso cuadro que Rafael realizó para la iglesia de Santa Maria del Popolo en Roma hacia 1511-1512, y que hoy se conserva en el Museo Condé de Chantilly, pero su interpretación personal fue tan novedosa que alcanzó un gran éxito en España, siendo reproducida en numerosas copias y variantes. La misma Lavinia firmó en 1591 una pequeña versión sobre cobre con ligeros cambios, que hoy se encuentra en la Galleria Borghese de Roma.
Hija del famoso pintor Prospero Fontana, con quien se formó y colaboró en sus inicios, Lavinia fue una de las pocas artistas reconocidas en su época. En 1577 se casó con el pintor Paolo Zappi, que era miembro del taller de su padre y cuyo apellido suele añadir Lavinia en la firma de sus obras, como aquí lo demuestra de forma tan evidente sobre una cartela blanca dispuesta en el ángulo inferior izquierdo. El deseo de figurar con su rúbrica en sus cuadros suponía un avance para el rol de la mujer en la sociedad de la segunda mitad del siglo XVI. Su lenguaje claro y decoroso, muy acorde al sentir contrarreformista del momento, tuvo un gran éxito en la Roma papal, llegando a ser pintora oficial de los pontífices Clemente VIII y Paulo V.
Aunque se desconoce la llegada del cuadro a España, en 1593 se incorporó a las colecciones escurialenses de Felipe II. El gran cronista jerónimo de El Escorial, fray José de Sigüenza (1602), lo alaba con entusiasmo y lo sitúa en el Capítulo Vicarial del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, que ya empezada a tener fama como museo en Italia. Allí permaneció hasta la remodelación pictórica llevada a cabo por Velázquez en época de Felipe IV, trasladándose a la Iglesia Vieja, donde estuvo hasta que se trasladó a la Sacristía tras la invasión napoleónica. En 1886 se instaló en el Mausoleo de Párvulos del recién inaugurado Panteón de Infantes de El Escorial, habiendo sido restituido recientemente a las Salas Capitulares.