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Relicario de doña Juana de Austria

Hacia 1554

El aprecio por las reliquias fue una actitud común entre los miembros de la Casa de Austria. Su conservación y exposición generó una amplia tipología de relicarios, entre ellos los que reproducían a menor escala los retablos de las iglesias. Este ejemplo fue concebido para exponer reliquias, en este caso relacionadas con la pasión y muerte de Cristo que se distribuyen en dos pisos. En el inferior se encuentran un fragmento de la columna y una espina de la corona, mientras en el superior se exponen dos astillas de la cruz de Cristo. Las tecas en las que se alojan las reliquias están flanqueadas por seis pequeñas esculturas de santos entre los que se identifica a san Antonio y san Francisco.

En el ático del retablo se representa a Cristo crucificado, flanqueado originalmente por María y san Juan, cuya figura está desaparecida. En lo más alto, la escena de la Anunciación. La presencia de varios orificios en esta zona hace pensar que faltan algunos de los elementos originales del retablo. La presencia, en la base, de un escudo con las armas de Portugal y de Castilla, y la mención de una pieza muy similar en el inventario de la princesa Juana de Austria, permiten vincular este relicario a su colección.

La inscripción que consta en la parte superior llevó a pensar que este relicario fue un regalo del emperador Matías a su hermana sor Margarita de la Cruz, religiosa profesa en las Descalzas Reales. Sin embargo, se trata de una placa añadida posteriormente en la que aparece la fecha de 1614 y que en realidad estaba asociada a una imagen de Cristo tallada en un «lignum crucis», hoy no localizada. Son evidentes en esta obra las intervenciones y añadidos posteriores, bastante habituales en este tipo de piezas. Es posible que en una de ellas se colocara la moldura inferior, donde aparecen las marcas que corresponden al triple marcaje (ciudad, marcador y autor), un sistema de control propio de Castilla. Se reconoce el punzón de la ciudad de Valladolid, caracterizado por gallardetes o flámulas, junto a él la marca del platero ―Lázaro de Encalada― y una tercera, que es la que presenta mayor desgaste, que podría corresponder a alguno de los marcadores que trabajaron en estas fechas en Valladolid como Alonso Gutiérrez ―el Mozo― o Juan de Benavente, que, según la documentación, se encargaron de confirmar en varias ocasiones la pureza de la plata empleada por Encalada.

Clasificación genérica

Objetos rituales y ceremoniales

Tipo de objeto

Relicario

Autoría

Encalada, Lázaro de

Título

Relicario de doña Juana de Austria

Época / Contexto cultural

Reinado de Felipe II

Lugar de producción

Valladolid

Datación

Hacia 1554

Materia

Esmalte; Plata

Técnica

Fundido; Cincelado; Dorado; Esmaltado

Dimensiones

Fondo completo: (Altura: 37,5 centímetros; Anchura: 24,5 centímetros; Profundidad: 8,2 centímetros)

Inventario

00612674

Créditos

Texto: Ana García Sanz; Foto: Mario Sedeño

Descúbrela en la Planta -1

Autores y coleccionistas

Felipe II
Monarca

Felipe II

(Valladolid, 1527 - El Escorial (Madrid), 1598)

Hijo primogénito de Carlos I de España y V de Alemania (1500-1558) y de Isabel de Portugal (1503-1539), la educación del futuro Felipe II estuvo a cargo de su ayo, Juan de Zúñiga, del Cardenal Silíceo, maestro de primeras letras y confesor, y de Juan Ginés de Sepúlveda, quienes proporcionaron a su pupilo una formación humanista. El aprendizaje político del entonces Príncipe Felipe se desarrolló desde 1543, cuando por primera vez sustituyó a su padre, Carlos I, en la Gobernación de España. En 1548, el heredero realizó un largo viaje a través del Norte de Italia, Austria, Alemania y los Países Bajos durante el que tuvo ocasión de conocer algunos de los territorios sobre los que reinaría en el futuro.

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