San Jerónimo
Documentado en 1597
Relicario en forma de venera de calcedonia pulida con cristalización interior de amatista (geoda), decorado con una cabeza de ángel alado de plata dorada esmaltada en colores, especialmente azul y verde, en posición vertical. Se sujeta en un astil en forma de balaustre rematado con hojas y, en su base, con un pequeño gollete dorado. Su pie es ovalado, replicando la forma de venera superior, con una pestaña dorada, moldurada y esmaltada.
Fue entregado por Felipe II al Monasterio de San Lorenzo de El Escorial en noviembre de 1597, como relicario de san Jerónimo. En 1810, con la invasión francesa, el Monasterio fue saqueado y se trasladó a Madrid, estando aún la pequeña figurita en oro del san Jerónimo penitente con un crucifijo, también de oro, sobre un campo verde y un león a su lado en la gruta de amatista, que se perdería poco después. Según la descripción del documento de entrega o donación, se remataba con una pirámide cuadrada de calcedonia, hoy también perdida y que aumentaría su altura actual. Fue uno de los preciosos vasos y recipientes de cristal de roca y piedras duras donados al rey por don Juan Fernández de Velasco, VI condestable de Castilla y gobernador del Estado de Milán entre 1595 y 1600. Este personaje fue un importante mecenas artístico, seleccionando las mejores piezas de los talleres milaneses de objetos de lujo para el rey Felipe II. Aunque muchas de las que envió a Felipe II, que se recogían en su inventario postrimero del Alcázar de Madrid de 1598, se han perdido por el devenir de los siglos, también nos podemos hacer idea de cómo eran por las que donó a su fundación en Medina de Pomar (Burgos). En su contabilidad, aparece que Giovanni Ambrogio Saracchi labró un vaso de amatista para el rey en 1596, que se podría relacionar con esta pieza y apuntar al taller de los Saracchi como autores del mismo.