Cargando...
Virgen con el Niño
La imagen de María amamantando a su Hijo aparece ya en las primeras manifestaciones del arte cristiano. En el arte medieval alcanzó gran relevancia y, durante los siglos XIV y XV, gozó de una gran aceptación, con esculturas que mostraban a la Virgen de pie, sosteniendo al Niño que se acerca al pecho descubierto de su madre. En este caso, María viste una sencilla saya entallada con mangas añadidas de brocado, de acuerdo con la moda del siglo XV, y su larga melena alude a su virginidad. Ambas figuras aparecen coronadas, como es habitual en este tipo de iconografía. El arte gótico, en concreto el llamado «estilo suave», aportó humanidad a estas representaciones, en las que el joven rostro de María expresa ternura mientras intercambia la mirada con su Hijo.
Uno de los materiales más populares durante este periodo fue el alabastro, más fácil de trabajar que el mármol y mucho más asequible. Sus propiedades, especialmente su blancura y brillo, fueron aprovechadas por los escultores, que apenas aplicaban policromía a la superficie. Durante el siglo XV, hay una preferencia por el uso del dorado para los cabellos y ciertos detalles, con el fin de realzar algunas partes de la indumentaria. Respecto a los pigmentos empleados, hubo un predominio del rojo y la azurita, de la que se observan pequeños restos en esta imagen.
En Europa, a raíz de los centros de producción instalados en Inglaterra, donde existían abundantes canteras de este material, surgieron numerosos talleres en países como Francia, Alemania, Italia, Países Bajos o España, dedicados a la fabricación de estas tallas de pequeño formato, especialmente destinadas a recibir una veneración particular en oratorios privados y que gozaron de una alta demanda, principalmente entre la burguesía. El intenso comercio de este tipo de obras, que eran fáciles de transportar y manipular, y el elevado número de talleres dedicados a su fabricación en Europa hacen que sea complejo, en ocasiones, establecer el origen de estas imágenes.
Esta imagen, de autor desconocido, pudo ser realizada en Italia por su calidad y cercanía con obras como la «Madona de Trápani», que fueron ampliamente difundidas. La llegada de esta obra al Monasterio de Santa Clara de Tordesillas no ha podido ser documentada, pero indudablemente responde a la amplia distribución de obras de alabastro que se produjo en Europa a lo largo de la Edad Media.
Clasificación genérica
Escultura religiosa; Escultura exenta
Tipo de objeto
Bulto redondo
Título
Virgen con el Niño
Época / Contexto cultural
Edad Media; Escuela italiana; Gótico
Lugar de producción
Italia
Datación
1401-1500
Materia
Alabastro; Metal
Técnica
Esculpido; Dorado
Dimensiones
Fondo completo: (Altura: 52 centímetros; Anchura: 22 centímetros; Profundidad: 11 centímetros)
Inventario
00671180
Créditos
Texto: Ana García Sanz; Foto: Mario Sedeño