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Virgen Inmaculada

1750-1800

El Real Monasterio de la Visitación de Santa Isabel de Madrid fue fundado en 1589 por san Alonso de Orozco (1500-1591), confesor de Felipe II (1527-1598), con las casas y hacienda de una noble castellano-genovesa: Prudencia Grillo (1548-1600?). El primer cenobio, situado en la calle del Príncipe, era muy poco propicio para ser un lugar de vida contemplativa, por lo que la comunidad elevó varios memoriales a los reyes de España quejándose de la situación e implorando cambiar su ubicación. Finalmente, Margarita de Austria-Estiria (1584-1612) aceptó el traslado y las llevó a la antigua «Casilla» de Antonio Pérez (1540-1611), convertida por Felipe II en recogimiento de niños y niñas pobres y desatendidos.

La dinastía de los Austria benefició y mejoró la situación del monasterio, pero fue con la nueva monarquía de los Borbón, en el siglo XVIII, cuando mejoró considerablemente la situación administrativa y económica del cenobio. Esto posibilitó, entre otras medidas, la entrada de religiosas procedentes del ámbito de la corte que, con sus importantes dotes, mejoraron la apariencia tanto del templo como de la clausura. Es en este momento cuando entran algunas significativas piezas devocionales, utilizadas para el culto diario de las religiosas, mucho más personales y arraigadas a las tradiciones locales y familiares que produjeron un poso cultural que ha perdurado hasta hoy día.

Una de estas obras es este escaparate de madera pintada y cristal de la primera mitad del siglo XIX, que protege y conserva en su interior una representación de la Inmaculada Concepción de María. Se trata de una escultura de bulto redondo, de pie sobre un montículo, en el que se aprecia una serpiente que en su boca lleva una perla rosada. La obra tiene tallada solo las manos, la cabeza y el pedestal, siendo el resto de la imagen un armazón de madera y cartón, que puede recibir cualquier tipo de ropa realizada por las monjas agustinas recoletas e intercambiarse según la celebración litúrgica que esté aconteciendo.

Este tipo de obras reciben el nombre de imagen de «vestir» o de «candelero» y eran muy populares en el siglo XVIII. Esta pieza es consecuencia directa de tradiciones anteriores, donde se buscaba una mayor empatía con el fiel cristiano. Para reforzar esta idea, se utilizan materiales ajenos a la obra, como cristal para los ojos o pelo para el cabello y las pestañas, así como ropas elaboradas con textiles. Aunque la imagen data de la segunda mitad del XVIII, tanto la vitrina —como ya se ha indicado— como las vestimentas (cuerpo, velo, falda y sobrefalda) son de manufactura posterior, concretamente de finales del siglo XIX y principios del XX.

Clasificación genérica

Objetos religiosos; Objetos devocionales

Tipo de objeto

Figura femenina

Título

Virgen Inmaculada

Época / Contexto cultural

Escuela española

Datación

1750-1800

Materia

Seda; Hilo metálico; Lámina metálica; Algodón; Madera; Pigmento; Vidrio

Técnica

Tejido labrado; Encaje; Tul; Bordado; Tafetán; Bordado; Tallado; Policromado; Ensamblado; Fundido

Inventario

09630002

Créditos

Texto: Roberto Muñoz Martín; Foto: Mario Sedeño

Descúbrela en la Planta -1

La obra en contexto

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