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Biografía
Hijo primogénito de Felipe V (1683-1746) y de su primera esposa, María Luisa Gabriela de Saboya (1688-1714), Luis I fue el primer Monarca de la Casa de Borbón nacido en España. Su llegada al mundo fue acogida con júbilo por el pueblo, que llevaba cuarenta y seis años sin asistir al nacimiento de un heredero de la Corona. Bautizado con los nombres de Luis Fernando, sus padrinos de bautismo fueron su bisabuelo, el Rey Luis XIV de Francia, y su tía la Duquesa de Orleans. La infancia del Príncipe Luis se desarrolló en parte durante la Guerra de Sucesión española (1701-1714). El 7 de abril de 1709, cuando aún no había cumplido los dos años de edad, fue jurado Príncipe de Asturias en la madrileña Iglesia de San Jerónimo el Real. Sus primeros años de vida transcurrieron en compañía de su madre, la Reina María Luisa Gabriela de Saboya, de su aya, la Princesa de los Ursinos, también camarera mayor de la Soberana, y de su teniente de aya, la navarra María Antonia de Salcedo y Chávarri, futura Marquesa de Montehermoso. Tras la muerte de la Reina María Luisa Gabriela de Saboya, el segundo matrimonio de Felipe V con Isabel de Farnesio (1692-1766) y el destierro de la Princesa de los Ursinos en 1714, comenzó una segunda etapa en la formación del Príncipe de Asturias. Los nombramientos como ayo del Príncipe del Cardenal del Giudice, sucedido más tarde en el cargo por el Duque de Popoli, del Marqués del Surco como teniente de ayo y del Padre jesuita Ignacio Laubrussel como preceptor, no sólo conformaron un círculo predominantemente masculino en torno al heredero sino que también dieron paso a una educación más letrada, rigurosa y formal en la que la formación cortesana y la sujeción al protocolo tuvieron un peso considerable.
El matrimonio del Príncipe Luis comenzó a negociarse en 1721, en el contexto de un nuevo acercamiento diplomático entre las cortes francesa y española. La novia designada para el Príncipe sería Luisa Isabel de Orleans (1709-1742), hija del Duque Felipe de Orleans, entonces Regente de Francia durante la minoría de edad de Luis XV. El enlace de los Príncipes de Asturias tuvo lugar en la villa de Lerma el 20 de enero de 1722. Con ocasión de su matrimonio, se configuró la primera Casa del Príncipe, lo que constituyó un nuevo paso para su entrada en la vida adulta. Para entonces, el Príncipe Luis era descrito como un joven aficionado a la caza y la equitación, diestro en el baile y los deportes de la época, como los juegos del mallo y de la pelota, y proclive a codearse con los hijos de los criados palatinos de su misma edad. Además, tenía una buena relación con sus hermanos, el Infante Felipe, fallecido en 1719, y el futuro Fernando VI, así como, al contrario de lo que a veces se ha afirmado, con sus hermanastros, el Infante Carlos, futuro Carlos III, y la Infanta María Ana Victoria. Igualmente buenos eran los términos en los que el Príncipe se mantenía con su madrastra, la Reina Isabel de Farnesio, quien siempre le demostró la consideración debida a su condición de heredero de la Corona.
Luis I se convirtió en Rey de España tras la abdicación de su padre, Felipe V, el 10 de enero de 1724. Dado que en el momento de ascender al trono el Monarca no había cumplido aún los diecisiete años, Felipe V dispuso la creación de una Junta de Gobierno que debía asesorar al nuevo Rey en el ejercicio del poder. Compuesta por los presidentes de los distintos Consejos del Reino y por hombres cercanos y leales al anterior Monarca, la Junta permitió a Felipe V continuar controlando desde el Palacio de La Granja de San Ildefonso (Segovia) las acciones de su hijo al frente de los negocios de Estado.
Muy popular entre el pueblo, motivo por el que fue conocido como el Bien Amado, Luis I apenas tuvo tiempo de reinar. Aunque alrededor del Rey comenzó a actuar un grupo de poder, conocido como el “partido español”, que aspiraba a neutralizar la política profrancesa desarrollada hasta entonces por Felipe V, la influencia de sus miembros sobre el gobierno se vio limitada en el verano de 1724, cuando Luis I cayó enfermo de viruela. Pese a los cuidados que le prodigaron tanto los médicos reales como su esposa, la Reina Luisa Isabel de Orleans, el Monarca falleció en Madrid el 31 de agosto de ese mismo año. Los restos de Luis I reposan en el Panteón de Reyes del Monasterio de El Escorial. Finalizado el que fue conocido por su brevedad como el “reinado relámpago”, Felipe V abandonó el Palacio de La Granja y volvió a ocupar el trono español tras consultarlo con el Consejo de Castilla y una Junta de teólogos.
Fuente: Real Academia de la Historia (https://www.rah.es)