Mariana de Austria

Segunda de los seis hijos del Emperador Fernando III de Alemania (1608-1657) y de la Infanta María Ana (1606-1646), hermana menor de Felipe IV, Mariana de Austria estaba destinada en un principio a casarse con el Príncipe Baltasar Carlos (1627-1646), heredero de la Monarquía Hispánica. La repentina muerte del Príncipe el 9 de octubre de 1646 llevó a Felipe IV, que carecía de herederos varones, a ocupar el lugar de su hijo como pretendiente a la mano de la Archiduquesa. El matrimonio real, concertado con el fin de asegurar la sucesión a la Corona y estrechar los vínculos entre las ramas madrileña y vienesa de la Casa de Austria, se celebró en Navalcarnero el 7 de octubre de 1649. Los Reyes tuvieron cinco hijos: la Infanta Margarita (1651-1673), Emperatriz de Alemania como esposa de Leopoldo I (1640-1705); la Infanta María Ambrosia (nacida y muerta en 1655); el Príncipe Felipe Próspero (1657-1661); el Infante Fernando Tomás (1658-1659) y el futuro Rey Carlos II (1661-1700), que sucedió a su padre en el trono. 

Durante la segunda mitad del reinado de Felipe IV, el papel político de Mariana de Austria se circunscribió a su condición de intermediaria en las relaciones entre las cortes de Madrid y Viena. Convertida en Regente durante la minoría de edad de Carlos II (1665-1675), su Regencia se caracterizó por la oposición cortesana a los validos de la Soberana, el Padre Everardo Nithard y Fernando de Valenzuela; por la incapacidad de la Monarquía Hispánica para responder exitosamente a la política exterior de la Francia de Luis XIV y por el enfrentamiento entre la Regente y Don Juan José de Austria, hijo ilegítimo de Felipe IV (1629-1679). 

Enviada al destierro en Toledo después de que sus opositores en la corte se hicieran con el poder en enero de 1677, Mariana de Austria regresó a Madrid tras la muerte de Don Juan José de Austria el 17 de septiembre de 1679. Durante el reinado personal de Carlos II, la Soberana continuó disfrutando de un notable ascendiente sobre el Rey, así como de una considerable influencia política. Consciente de que era probable que el Monarca falleciera sin descendencia, Mariana de Austria apoyó la designación de su biznieto, el Príncipe José Fernando de Baviera (1692-1699), como heredero de Carlos II. La antigua Regente falleció en Madrid, en el Palacio del Duque de Uceda, el 16 de mayo de 1696. Sus restos reposan en el Panteón de Reyes del Monasterio de El Escorial.

Fuente: Real Academia de la Historia (https://www.rah.es)