Bodegón con melocotones y uvas, frasca y jarra
Hacia 1771
Nacido en Nápoles, aunque en el seno de una familia de artistas de origen asturiano, Luis Meléndez (1716-1780) destacó como pintor de bodegones gracias a los cuarenta y cinco realizados para el príncipe de Asturias Carlos Antonio de Borbón (1748-1819), futuro Carlos IV. Pintó ese importante conjunto, llamado pretenciosamente de los «Cuatro elementos», «a fin de componer un divertido Gavinete con toda la especie de comestibles que el clima Español produce». Los cuadros decoraron primero el Gabinete de Historia Natural del heredero de la Corona de España; poco después, la casa de campo del príncipe en El Escorial; más tarde, de 1785 a 1796, fueron reunidos en el pabellón grande del embarcadero del Jardín del Príncipe en Aranjuez, ya con los nuevos marcos de José López, dorados por Benito de Santiuste, que mantienen, al igual que varias obras de Mariano Nani, Manuel de la Cruz, Michele Foschini y Alessandro de Anna, que asimismo estuvieron en ese pabellón del Jardín, primera casa de campo del príncipe en Aranjuez. Después, con la creación de la Real Casa del Labrador, fueron trasladados a la «pieza de cubiertos» del Palacio Real de Aranjuez, actual saleta de la reina. Finalmente, la serie de bodegones de Meléndez, la más importante de la pintura española del siglo XVIII, recaló en el Museo del Prado, salvo estos cuatro, que se mantuvieron en las Colecciones Reales de Patrimonio Nacional, pasando de nuevo a la casa de campo del príncipe en El Escorial en tiempos de Fernando VII.
Sobre el tablero de la mesa, cuyo canto recorre la parte baja del lienzo, dispuso Meléndez melocotones, uvas, una frasca y una jarra de barro cocido, tapada con una tela para evitar la entrada de insectos. En las uvas juega con el colorido, pues hay racimos tintos y blancos, y los melocotones sirvieron para ofrecer distintas texturas, ya que algunos empiezan a estropearse por exceso de maduración. Cada cuadro de la serie es un ensayo compositivo con sus elementos y distintas formas, contrapesando masas y manteniendo por lo común esos fondos oscuros y la posición de la mesa, salvo unos pocos cuadros en que los frutos de la tierra están colocados al aire libre, ofreciendo un mayor colorido.
Firmado en el canto de la mesa «L. M.z», en la trasera del lienzo tiene pintado en negro el título del propietario: «P.e N.ro S.or» (Príncipe Nuestro Señor), con las minúsculas en voladita. En el ángulo inferior izquierdo, el número «7.» que compartió la serie en el Palacio Real de Aranjuez.
El marco del ebanista José López (h. 1735-1799), acaso por diseño del arquitecto Juan de Villanueva (1739-1811), tiene estrías en los largueros y en los ángulos «clavos» de madera torneados a la romana.