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Caballo blanco

1634-1638

Este corpulento caballo blanco, sin jinete y con las manos alzadas en posición de corveta, viene identificándose con el que aparece con dichas características en el inventario de bienes que Velázquez dejó a su muerte en agosto de 1660 en su estudio de la Casa del Tesoro, junto a otras dos representaciones de caballos, uno «castaño» y otro «rucio». El grado de acabado de la obra permite confirmar que la composición estaba realmente terminada, y la razón de que se encontrara en el taller del artista era porque estaba a la espera de que se le incluyera un jinete sobre la silla de montar, o quizás era un modelo perfecto para otros retratos ecuestres.

La figura del alazán es prácticamente idéntica a la del «Retrato ecuestre del conde-duque de Olivares» que Velázquez realizó para el Salón de Reinos del Palacio Real del Buen Retiro, hoy en el Museo Nacional del Prado, con la única diferencia de ser castaño. Como precedente para este modelo de caballo, en corveta y en diagonal, se encuentra la estampa de «Julio César a caballo», de la serie de los Césares de Antonio Tempesta, aunque existen otros ejemplos en Rubens o en Van Dyck, todos conexionados para componer un retrato ecuestre lleno de autoridad y firmeza, como corresponde a estos caballos poderosos y atrevidos.

Desde que el marqués de Lozoya lo dio a conocer en 1960 como obra de Velázquez, identificándola con la inventariada entre los bienes del pintor en 1660, la crítica historiográfica es unánime en la originalidad velazqueña, dada su alta calidad técnica. El caballo está ejecutado con la destreza y estilo propios del pintor, quien, una vez más, demuestra su capacidad por conseguir una representación muy naturalista con una gran economía de medios técnicos.

Posiblemente pueda reconocerse también con el caballo «bayo» que se menciona en los inventarios del Alcázar de Madrid de 1686 y 1700, lo que indicaría que seguía sin recibir la figura de un caballero. No vuelve a tenerse noticia cierta de la obra hasta su adquisición en 1848 por Isabel II al marqués de Salamanca, y en el asiento de la tasación figura el caballo con la figura añadida de un «Santiago», blandiendo la espada sobre un enemigo abatido bajo las patas del animal. En una reproducción fotográfica de hacia 1950 se puede ver la torpe calidad del apóstol, lo que determinó su eliminación durante una restauración en 1957. El consiguiente desgaste generalizado del fondo ha sido resuelto en una reciente intervención, integrándose a la perfección la fuerza magistral del animal sobre ese fondo impreciso de paisaje terrenal y cielo de luces nocturnas. Detalles tan interesantes, como la espuma de la boca o el ojo del caballo, también han recobrado su brillantez y realismo.

Clasificación genérica

Pintura de caballete

Tipo de objeto

Cuadro

Autoría

Velázquez, Diego

Título

Caballo blanco

Época / Contexto cultural

Reinado de Felipe IV; Barroco español; Escuela madrileña

Lugar de producción

España

Datación

1634-1638

Materia

Madera

Soporte

Lienzo

Técnica

Pintura al óleo

Dimensiones

Fondo enmarcado: (Altura: 325 centímetros; Anchura: 263 centímetros)

Inventario

10010145

Créditos

Texto: Carmen García-Frías Checa

Descúbrela en la Planta -1

Autores y coleccionistas

Velázquez, Diego
El autor

Velázquez, Diego

(Sevilla, 1599 - Madrid, 1660)

Rodríguez de Silva y Velázquez, Diego. Velázquez. Sevilla, 6.VI.1599 baut. – Madrid, 6.VIII.1660. Pintor.

Nacido en Sevilla, de familia paterna de origen portugués (Rodríguez de Silva) y materna sevillana (Velázquez), fue bautizado el 6 de junio de 1599. Su padre era notario eclesiástico del Cabildo de Sevilla, circunstancia que le propició, desde su infancia, una temprana familiaridad con los libros y con personas de cultura.

En 1609, apenas cumplidos los diez años, pasó algunos meses en el obrador de Francisco de Herrera el Viejo.

El mal carácter del maestro le alejó pronto de su taller y el 17 de septiembre de 1611 formalizó contrato de aprendizaje con Francisco Pacheco, comprometiéndose a permanecer...

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Felipe IV
Monarca

Felipe IV

(Valladolid, 1605 - Madrid, 1665)

Tercer hijo de Felipe III (1578-1621) y de Margarita de Austria (1584-1611), el futuro Felipe IV nació en Valladolid, capital de la Monarquía Hispánica entre 1601 y 1606. Jurado heredero de la Corona el 30 de enero de 1608, en la madrileña Iglesia de San Jerónimo el Real, su educación estuvo a cargo de Galcerán Albanell, noble catalán de conocida erudición. La instrucción del entonces Príncipe Felipe incluyó nociones básicas de Historia, Geografía, Matemáticas y Táctica Militar. Después de acceder al trono en 1621, profundizó en su educación, amplió sus lecturas y aprendió idiomas como el italiano y el francés. 


Felipe IV casó en dos ocasiones. Su primera esposa fue la Princesa francesa Isabel de Borbón (1602-1644), con quien...

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