Campanilla
1645-1647
Esta campanilla forma parte del conjunto de altar, elaborado en coral, conservado en el Real Monasterio de Santa Isabel de Madrid (número de conjunto 09630001) junto con una custodia, un cáliz, un incensario y una naveta.
La decoración del cuerpo está dividida en tres zonas gracias a dos molduras de cobre dorado. Al igual que el resto de las piezas que integran el conjunto, está elaborada en cobre dorado y recubierta casi la totalidad de su superficie, excepto en parte del mango, con fragmentos de coral embutidos en el metal que reproducen motivos geométricos y vegetales. A diferencia del resto de las piezas no se enriquece con cabezas de ángeles.
El arte de tallar el coral surgió en la isla de Sicilia, en especial en la región de Trapani y Palermo, a principios del siglo XVI. Su trabajo más característico consistió en crear objetos que combinaban con gran belleza fragmentos de coral con láminas de cobre o plata dorada. La técnica se denomina «retroincastro» y consiste en insertar en la pieza elaborada en metal, previamente troquelado, pequeños trozos de coral tallados con formas vegetales, figurativas y geométricas.
Como el resto de las piezas que integran el conjunto eucarístico, se desconoce la fecha de ingreso en el convento y quien lo regaló, pero puede estar relacionado con la donación que hizo el rey Felipe IV a esta fundación real de un cuadro de José de Ribera que representa a la Inmaculada. Este cuadro fue enviado a Felipe IV desde Nápoles por don Juan José de Austria y está firmado y fechado en 1646. Así lo afirman tanto Fernando Martín, en la obra que se publicó con motivo del IV centenario de este Real Convento, como Leticia Sánchez y Cristina Mur.
La pieza se incluyó en el «Libro de inventario de las alhajas que subsisten en la Sacristía de este Real Convento» fechado en 1735.
La campanilla solía ir acompañada de un par de vinajeras para contener el agua y el vino utilizado en la liturgia, pero no se han conservado.