Héspero | Alegoría de la Tarde
Documentado en 1769
No está del todo clara entre los estudiosos la cronología de esta serie de «Las Horas del día», pintada por Antonio Rafael Mengs (1728-1779). Aunque en principio pudiera pensarse fuera inmediata a la boda de los príncipes de Asturias ―en La Granja de San Ildefonso en la noche del 4 de septiembre de 1765―, la pintura de la bóveda por Francisco Bayeu, comenzada en el otoño de 1768 y concluida al final de la primavera o inicios del verano de 1769, nos hace pensar en el segundo año para la ejecución de esos lienzos. Es verdad que este ciclo de «Las Horas del día» no guarda aparente relación con el asunto principal de la pintura mural, ni siquiera con los medallones ovalados de los ángulos, alegorías de «La Filosofía», «La Pintura», «La Música» y «La Poesía», pero esos trabajos al fresco hubieran hecho desaconsejable fijar previamente unos lienzos debajo como sobrepuertas. Además, consta que Mengs adquirió en febrero de 1769 abundante lienzo para la ejecución de pinturas para el real servicio ―una pieza de 21 varas de 11 pies y medio de ancho y otra de 27 varas de 7 pies y medio de ancho―, que podría relacionarse con estas sobrepuertas (Archivo General de Palacio, Madrid, Patrimonio Nacional, Obras de Palacio, caja 428, expediente 2).
La fuente empleada para la representación de estas alegorías fue la «Iconología» de Cesare Ripa, aunque libremente interpretada. Para la figura de Héspero, que en la mitología griega personificaba el lucero vespertino, prescindió del murciélago con las alas abiertas que, según Ripa, debía llevar en la mano izquierda. Probablemente consideró de mal gusto la inclusión de ese animal en el tocador de la princesa. Concebida para ser vista desde abajo, en el Kupferstichkabinett de los Staatliche Museen Preußischer Kulturbesitz de Berlín se conserva un dibujo preparatorio que presenta la misma cuadrícula en diagonal que vemos en otro de «Marte» para «La apoteosis de Hércules», acompañado de varios estudios de perspectiva.
La principal estudiosa de Mengs, Steffi Roettgen, ha señalado que en el colorido vivo y luminoso de esta serie de sobrepuertas alegóricas anticipa las gamas cromáticas empleadas en el fresco de «La apoteosis de Trajano» en el Palacio Real de Madrid. Como fondos todas ellas tienen exclusivamente cielo y nubes, con un colorido adaptado a la respectiva hora del día, aunque «Aurora» y «Diana» tienen abajo representación terrena.
Estas figuras de perfiles clásicos ejercieron una decisiva influencia en los seguidores españoles de Mengs, como Francisco Bayeu; un dibujo suyo de cabeza de ángel (Madrid, Museo Nacional del Prado, cat. D002309) para los frescos de la Colegiata de San Ildefonso, en algo semejante a «La Tarde», ilustra la cubierta de un libro sobre Mengs.