La copa en el saco de Benjamín
Hacia 1754
Boceto para uno de los cuatro grandes lienzos de la historia de José que, encastrados en las paredes, decoran la Sala de la Conversación del Palacio Real de Aranjuez, actual Comedor de Gala. Fue uno de los primeros encargos de Corrado Giaquinto (1703-1766) en España, iniciado al poco tiempo de su llegada en 1753. La serie había quedado interrumpida con la muerte de Jacopo Amigoni (1680-1752), quien solo pudo comenzar dos lienzos, que se conservan en el Museo Nacional del Prado (cat. P005260 y P005261). Uno de ellos, inacabado, representa el mismo asunto, «La copa en el saco de Benjamín», aunque interpretado de forma muy distinta. El otro, «José en el palacio del faraón», tendría su paralelo en «El triunfo de José», de Giaquinto (Patrimonio Nacional, inv. 10028483), pues no debieron plantearse cambios significativos en los pasajes escogidos de la vida del patriarca bíblico, aunque sí en la forma de concebirlos. El primero en la cronología de la serie muestra la interpretación que hizo José en la cárcel de los sueños del copero y del panadero (Patrimonio Nacional, inv. 10028481) y el otro, cuando presenta su familia al faraón (Patrimonio Nacional, inv. 10028482). Junto a esas pinturas completan la decoración de la sala otros tres lienzos de Giaquinto. En la pared de las ventanas, dos personifican parejas de alegorías –«La Profecía y la Providencia» (Patrimonio Nacional, inv. 10028478) y «La Sabiduría divina y la Abundancia» (Patrimonio Nacional, inv. 10028479)– y un tercero, más estrecho, llamado «Juego de niños» (inv. 10028480), muestra cinco «putti» en actitudes diversas: tres cogiendo fruta, uno comiéndola y un quinto, sentado como el anterior, entretenido con una flecha y el carcaj. La existencia en el Palazzo Reale de Caserta de un lienzo de Giaquinto con la «Alegoría de la Fortaleza y de la Vigilancia» (inv. 391), más alto que los de Aranjuez, invita a pensar en un reaprovechamiento de composiciones napolitanas. También apunta en ese sentido que un alumno de Giaquinto, Nicola Lapiccola, obtuviese el primer premio de segunda clase de pintura en el Concurso Clementino de 1750, con un dibujo de José interpretando los sueños, con la composición invertida respecto al lienzo de Aranjuez. En este boceto y en el lienzo final (Patrimonio Nacional, inv. 10028477) se narra la argucia empleada por José de esconder una copa de plata en el saco de su hermano menor Benjamín, para poder así retenerlo en Egipto y lograr traer a su padre Jacob. Con la desesperación de sus otros hermanos, se muestran al fondo unas arquitecturas ajenas por completo al mundo egipcio, salvo un par de pirámides. Fue llevado al tapiz en la Real Fábrica madrileña (Patrimonio Nacional, inv. 10002276). Un boceto para otro cuadro de la misma serie –«El triunfo de José»– se conserva en la Pinacoteca Metropolitana de Bari «Corrado Giaquinto».