Las cuatro fachadas
Hacia 1725
El jesuita y matemático inglés Thomas Hildeyard escribió en 1725 un texto titulado «Chronometrum mirabile leodiense». En él describía al detalle este singular reloj astronómico, de planta cuadrada, compuesto por cuatro fachadas flanqueadas por columnas. En ellas se observa un variado número de movimientos y mediciones del tiempo elaborados en plata sobre fondo dorado. En la principal se dispusieron un disco plano de veinticuatro horas, un globo con las fases de la luna, el planetario, el semanario, el año en curso, el día y el nombre del mes y los doce signos del zodiaco. En la fachada opuesta, además de un globo plano celeste con las constelaciones, se indica la hora universal, la ecuación del tiempo y la temperatura gracias a un termómetro. En una de las caras laterales se muestran las fases de la luna, las fiestas perpetuas del año y el grado de humedad y sequedad. En la otra se incluyó un globo plano terrestre con los veinticuatro meridianos, un minutero y un segundero. El reloj se completa con cuatro pequeños globos de cristal situados en las cuatro esquinas de la caja que señalaban el movimiento de las mareas en cuatro puertos de Europa: Calais, Dunkerque, Dieppe y Texel. En la parte superior de la caja se colocó un globo de cristal en el que podemos observar, grabadas, las constelaciones, las estrellas fijas, la elíptica, el ecuador y los trópicos. En el interior, otro globo terrestre de bronce dorado del que parte un filamento que sustenta un Sol que gira en torno a la Tierra.
Hildeyard nació en Londres el 3 de marzo de 1690 e ingresó en el seminario de Watten en 1707. Estudió filosofía y teología en Lieja desde 1709 a 1716. Terminó su formación en Gante y regresó a Lieja donde diseñó y dirigió la construcción del reloj. Acompañó el texto de cuatro grabados firmados por Petrus Balthazar Bouttats, grabador de Amberes, que reproducían las cuatro fachadas del reloj y que nos permiten conocer cómo eran en origen. Una versión de estos grabados se conserva en la colección de estampas de Patrimonio Nacional (números de inventario 10221959, 10221960, 10221961 y 10221962).
El relojero Fernando Nizet restauró el reloj en 1756 a petición de la reina Bárbara de Braganza y lo adaptó al meridiano y a la latitud de Madrid. En 1786 otro relojero, Miguel Bartholony, modificó algunos movimientos sobre todo en la fachada principal y grabó su nombre en ella. Esto provocó que durante un tiempo se le adjudicase la autoría del reloj.
En el inventario y tasación de todos los bienes y alhajas que quedaron tras el fallecimiento del rey Felipe V se registró este reloj en el palacio del Buen Retiro de Madrid.