Luis XIV, rey de Francia
1701-1702
Versión de algo más de medio cuerpo del famoso retrato de cuerpo entero de Luis XIV (1638-1715), rey de Francia y de Navarra, que conserva el Musée du Louvre de París (INV 7462) firmado en 1701 por Hyacinthe Rigaud (1659-1743). El retrato primigenio fue encargado por el monarca francés como obsequio para su nieto Felipe V, aunque finalmente quedó en tierras galas, al igual que la segunda versión realizada en el taller de Rigaud, en la actualidad en el Palacio de Versalles (inv. MV 2041), reemplazando al primer cuadro sobre la chimenea del salón de Apolo o sala del trono.
El Rey Sol se hizo representar con los símbolos de la majestad, en la pose afectada y grandilocuente del retrato de corte francés. Junto a la corona de plata dorada y al mango visible de la mano de la Justicia, apoya boca abajo el cetro de Enrique IV que tiene en la diestra, rematado en una flor de lis, y lleva al cinto la espada dorada de Carlomagno, decorada la vaina con piedras preciosas en cabujón. Con peluca larga y corbata de fino encaje, viste el hábito de gran maestre de la Orden francesa del Saint-Esprit, con su collar, y el manto empleado en la ceremonia de coronación el 7 de junio de 1654 en la catedral de Reims, en terciopelo azul sembrado de numerosas flores de lis bordadas en hilo de plata sobredorada, con su forro de armiños.
Rigaud creó con esta obra una imagen emblemática, sumamente admirada y ponderada en el «Mercure de France» de 1702, que sirvió de inspiración para la representación de otros reyes de Francia a lo largo del siglo XVIII e incluso tras la restauración borbónica del XIX, extendiéndose esa tipología tan exitosa al retrato de aparato de otras cortes europeas.
En el «Livre de Raison», de Hyacinthe Rigaud, y en las «Comptes des Bâtiments du Roi» se registran numerosas réplicas del retrato. Esta de las Colecciones Reales, reducida a tres cuartos, se reconoce por su calidad y procedencia como versión autógrafa con colaboración del taller. A diferencia del prototipo, en el fondo solo mantiene el cortinaje dorado con sus cordones, sin los elementos arquitectónicos ni la presencia del trono que figuran en las dos primeras versiones, anteriormente citadas.
El «972» en blanco, en el ángulo inferior izquierdo, corresponde a la numeración de la colección de Isabel Farnesio, cuya flor de lis de la Casa de Farnesio sirve de marca en el ángulo derecho, aunque la pintura blanca apenas contrasta al coincidir con el armiño del manto del rey francés. El marco dorado de rica talla en las esquinas sigue el modelo imperante en la colección pictórica del Palacio Real de La Granja de San Ildefonso.