Manuel Godoy
Fechado en 1807
Manuel Godoy y Álvarez de Faria (1767-1851), príncipe de la Paz, duque de la Alcudia con grandeza de España de primera clase, caballero de la insigne Orden del Toisón de Oro y Gran Cruz de la Orden de Carlos III, fue la tercera persona de la «Trinidad en la Tierra», en expresión irreverente de María Luisa de Parma para referirse a ella misma, a Carlos IV y al que fuera favorito de los reyes. Hizo fulgurante carrera desde la Compañía Española de Guardias de Corps. En solo dieciséis años, de 1792 a 1808, formó una fabulosa colección artística a la sombra del monarca, que se calcula cercana a los mil cien cuadros y ha sido perfectamente estudiada por la doctora Isadora Rose, enriquecida además con tapices, alfombras, relojes, fabulosas piezas de mobiliario y variados adornos.
En esta efigie en el cénit de su poder, vistiendo uniforme de capitán general de los Reales Ejércitos, ostenta en la pechera diversas condecoraciones, junto a las ya referidas se distinguen la Orden Militar de Santiago, la Legión de Honor, la Orden de Malta, las de San Genaro, San Fernando y del Mérito y la portuguesa Orden de Cristo.
En el faldón de la mesa escritorio dispuso Joaquín de Inza (1736-1811), o de Ynza, como él mismo escribe, la siguiente dedicatoria y curiosa explicación de la génesis de esta efigie: «ESTE RETRATO.NO.ES.ORIGINAL. / COPIA SI.DEL.QUE EL PRINCIPE.EN SU AUDIENCIA. / EN MI MENTE.GRABÓ.CON.SU.CLEMENCIA. / JOAQUIN DE YNZA Lº HACÍA EN EL AÑO DE 1807.». Completan el cuadro diversos accesorios: la escribanía de plata, un libro y un mapa, por un lado, y por el otro, el sable, bastón y bicornio emplumado.
Fue precisamente el género del retrato, tanto al pastel como al óleo, por el que fue demandado Inza en su época. De los primeros, el Museo Nacional del Prado conserva los de los infantes Gabriel, Antonio Pascual y Francisco Javier de Borbón (respectivamente, cat. D007424, D007423 y D007439). Entre los óleos, hay varias efigies firmadas de Carlos III: en la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País, de Zaragoza; en el Museo de Bellas Artes de Murcia (inv. 0/475); en el Real Colegio de España en Bolonia, y una no firmada conserva la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid (inv. 0359). También destacan los retratos del conde de Fernán-Núñez con el hábito de la Orden de Carlos III, en la Casa Ducal, y el de María Isidra Quintina Guzmán y La Cerda, de cuando fue investida doctora (1785), en la hoy Universidad Complutense de Madrid. Sobresale por su calidad el retrato de Tomás de Iriarte, del Prado (cat. P002514), grabado por Manuel Salvador Carmona, que abrió otras láminas con efigies sacadas por Inza.