Proclamación de Felipe IV
1621-1635
Rutilio Gaci (Castiglione, ca. 1570 - Madrid, 1634) fue un dibujante, grabador y escultor de origen toscano, afincado en España para trabajar en la corte de los Austrias. Su presencia en la capital está documentada, al menos, desde 1588 y vivirá en ella hasta su muerte. Artista versátil, se documentan trabajos suyos como escultor colaborando en el diseño y construcción de fuentes urbanas de la Villa de Madrid. Como medallista, sobresalen sus medallas dedicadas a los monarcas Felipe III y Felipe IV. Su destacada labor artística le hizo merecedor del cargo de «acroy» del rey Felipe IV, cargo palaciego equivalente a gentilhombre.
Es una medalla unifaz, grabada en una sola de sus caras, probablemente realizada a modo de prueba-ensayo de la versión final. En el anverso, el busto del monarca Felipe IV hacia la derecha, ataviado con camisa de cuello alto, coraza, manto y una pronunciada gola. Lleva la insignia de la Orden del Toisón. Alrededor, la leyenda «PHILIPPVS. IIII. HISPANIAR. REX». Debajo, a la izquierda, el monograma del artista compuesto por una «R» y una «T» cruzadas, formando un aspa, y una «O». Todo dentro de una gráfila perlada.
En el reverso puede observarse la impronta en negativo de la efigie real. Se conservan varios ejemplares de la versión final de esta medalla, uno de ellos también en Patrimonio Nacional. Gracias a estos conocemos el reverso de estas piezas, que es protagonizado por el dios Apolo conduciendo una cuadriga sobre las nubes y el globo terráqueo, en su camino hacia el sol, con la leyenda «LUSTRAT. ET. FOVET».
Felipe IV (Valladolid, 1605 - Madrid, 1665) apodado el Grande o el Rey Planeta, ascendió al trono de la Corona española en el año 1621, tras la muerte de su padre Felipe III. La personificación del joven rey con Apolo, dios griego del sol, epítome de juventud y belleza, mecenas de las artes y tan brillante y poderoso como el mismo sol, constituye una alusión directa a su proclamación como señor del imperio más poderoso, rey de España, Portugal, Nápoles, Sicilia y Cerdeña, duque de Milán, duque de Borgoña, soberano de los Países Bajos y conde de Flandes. La leyenda del reverso alienta a la confianza de sus súbditos «iluminados y avivados por los rayos de este sol naciente» que es el nuevo rey. La mitología clásica al servicio de la monarquía para legitimar la dinastía reinante, la Casa de Austria. Las loas y buenos augurios no bastarán, el que fuera llamado a ser el rey más grande verá cómo durante su reinado graves derrotas de sus ejércitos en todos los frentes internacionales y rebeliones dentro de sus territorios supondrán el inicio del fin de la hegemonía española.