Retrato de don Juan José de Austria a caballo
1648
Juan José de Austria (1629-1679) es fruto de la relación de Felipe IV con la célebre actriz madrileña María Inés Calderón, la Calderona. Reconocido por su padre en 1642, se le puso casa como infante de España y, al año siguiente, fue nombrado gobernador y capitán general de las Provincias de Flandes. En marzo de 1647, el rey le otorgó el título de «Príncipe de la Mar Océana», que llevaba aparejado el gobierno de las armas marítimas. Tras la revuelta de Masaniello en Nápoles el 7 de julio de 1647 contra el gobierno del virrey español, Rodrigo Ponce de León, duque de Arcos, Juan José fue enviado con una flota y tres mil infantes de la Armada para sofocar los desórdenes, entrando en la ciudad en octubre de ese año. En la «Relación del tumulto sucedido en Nápoles» se cuenta cómo apareció el infante en el acontecimiento y, aunque el retrato de Ribera no se ajusta a dicha descripción, sí que logra conseguir la imagen de un joven y elegante príncipe, que viene a imponer la autoridad regia. En enero de 1648, el infante fue nombrado virrey de Nápoles, en sustitución del duque de Arcos, y en abril fue definitivamente pacificada la ciudad.
El príncipe aparece con armadura, cruzada por la banda carmesí de capitán general de los ejércitos españoles, y bengala, que sujeta con la diestra guarnecida con guantelete. La armadura debe ser la que vistió en Nápoles, que formaba parte de un arnés flamenco regalado por Isabel Clara Eugenia a su sobrino Felipe IV, y que, a su vez, éste regaló a su hijo el 4 de junio de 1647, antes de la campaña napolitana. El caballo se alza en corveta, lo que refleja el dominio del jinete en el arte ecuestre, pero también, y de acuerdo con los códigos iconográficos del retrato barroco, su autoridad política sobre la ciudad de Nápoles. Al fondo se representa el golfo de Nápoles y el Castel Sant’Elmo, sobre la colina de Sant’Erasmo.
Es el único retrato a caballo que pintó Ribera a lo largo de su carrera. Lo más probable es que lo ejecutara en 1648, con motivo de su nombramiento como virrey, fecha en la que está datado el aguafuerte que el infante encarga también a Ribera, dentro de la campaña propagandística que se montó en torno a la revuelta napolitana y a su sofocamiento por las tropas de la Corona española.
En las colecciones reales españolas, se menciona por primera vez en el inventario del Alcázar de Madrid de 1686, redactado durante el reinado de Carlos II. Pero desapareció tras el incendio del edificio en 1734, volviendo a incorporarse en 1848 con el lote adquirido por Isabel II al marqués de Salamanca.