Silla
1788-1792
Entre 1784 y 1786 Juan de Villanueva levantó la Casa del Príncipe de El Pardo, edificación que quedó concluida de ornatos fijos en 1788. Destinada al recreo de Carlos de Borbón, futuro Carlos IV, esta «casita» destaca por las decoraciones interiores, siendo el Gabinete Largo, hoy conocido como Sala Pompeyana, una de las estancias más sobresalientes por calidad de las colgaduras y el mobiliario.
Los componentes lígneos del gabinete se deben al ebanista de la Real Casa José López quien talló, además del mobiliario, los zócalos, alféizares y puerta siguiendo los modelos aportados por el pintor Vicente Gómez, quien también diseñó los motivos de la colgadura de la sala y la tapicería de los asientos. Cuatro consolas y ocho sillas de un gusto sumamente clásico conforman el amueblamiento de la pieza, realizado en madera de peral finamente tallada y acabado en pintura blanca y dorado de bruñido de mano de José Cherou. De dicho conjunto, estudiado por Juan José Junquera Mato, Pilar Benito García o José Luis Sancho Gaspar, se conserva en la Galería de las Colecciones Reales una silla y una consola.
La silla, de gran delicadeza, sobresale por los minuciosos elementos decorativos, destacando igualmente el respaldo, cuya solución de ovalo entre dos montantes le otorga ligereza. Los motivos del tejido del asiento y respaldo, de carácter pompeyano, están tomados de libros como «Vestigia delle Terme di Tito e le loro interne pitture», publicado en Roma en 1776. Recoge esta obra elementos decorativos procedentes de la Domus Aurea de Nerón que reinterpretó el pintor Vicente Gómez, a partir de cuyos dibujos fueron tejidos estos textiles en la manufactura lionesa de Camille Pernon e instalados en el mueble por el tapicero Luis Belache, quien colaboró para ello con el cordonero Martín López.