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Entre los cuantiosos fondos que integran las Colecciones Reales existen piezas muy singulares, algunas de ellas muy poco conocidas. Es el caso de la colección de fotoesculturas, actualmente la más numerosa del mundo y probablemente la más importante.

La exposición “Fotoescultura. El 3D del siglo XIX” reúne por primera vez diecinueve piezas de las treinta y nueve que integran esta colección, atribuidas al francés François Willème, inventor de esta compleja y novedosa técnica. Las obras seleccionadas, realizadas en diversos materiales, formatos y tamaños, representan a los miembros de la familia de la reina Isabel II y a algunos de sus familiares más allegados. 

  • Horario

    De lunes a sábados de 10:00 a 20:00 h. Domingos y festivos de 10:00 a 19:00 h.

  • Acceso

    Plaza de la Armería. Los grupos accederán por la entrada de Cuesta de la Vega

  • Organiza

    Patrimonio Nacional

La fotoescultura

La fotoescultura fue una técnica concebida para representar tridimensionalmente a una persona con absoluta fidelidad, en diferentes formatos y materiales y de forma muy rápida. Fue inventada por el escultor y fotógrafo François Willème (Sedan, 1830 - Roubaix, 1905), patentada en París en 1860 y desarrollada entre 1860 y 1868, utilizando la fotografía y la escultura, lo que convierte a la fotoescultura en un antecedente del 3D. 

La reducción drástica en el tiempo de posado —diez segundos— fue clave. En una sola sesión, el escultor conseguía veinticuatro placas fotográficas con veinticuatro siluetas del retratado, y con ellas comenzaba el proceso de modelado. Se finalizaban mayoritariamente en biscuit —porcelana blanca sin esmaltar— y solían llevar incisas las palabras Photosculpture de France. También se realizaron en otros materiales como terracota, escayola o bronce.

El proceso de realización de la fotoescultura

El estudio que Willème construyó en 1863 era un amplio recinto circular, con una enorme cúpula de cristal. Las paredes presentaban veinticuatro aberturas equidistantes, con esculturas colocadas sobre repisas que ocultaban veinticuatro cámaras fotográficas. Cuando las repisas se desplazaban y dejaban libres los huecos, las cámaras disparaban a la vez desde el anillo perimetral hacia el centro, donde se situaba, bajo una plomada, la persona retratada. 

Para componer la imagen tridimensional utilizaba una linterna mágica —un aparato óptico precursor del cinematógrafo— con una fuente de luz interior y mediante un sistema de lentes y espejos proyectaba secuencialmente las siluetas ampliadas sobre una pantalla traslúcida. Al otro lado de la pantalla un operario perfilaba cada contorno con un pantógrafo —un dispositivo mecánico usado para copiar imágenes con un brazo articulado al que se acoplada una máquina de corte—. Frente al operario se colocaba un bloque cilíndrico de arcilla o madera sobre un soporte giratorio. El pantógrafo transfería y recortaba con el mismo movimiento, uno por uno, los contornos sobre el bloque dejando la arcilla desbastada según las veinticuatro siluetas, convirtiéndose en una tosca escultura. Esta era reelaborada alisando el bloque, suavizando los pequeños intervalos entre los contornos y las asperezas de los recortes. 

El retrato podía estar terminado entre dos y cuatro días; la contrapartida era su elevado coste: entre 270 y 500 francos, lo que finalmente lo hizo inviable.

Willème presentó su invención en la Société Française de Photographie donde, sin embargo, fue recibido con desconfianza. No obstante, la prensa especializada se hizo eco de ello de manera positiva.

En 1863 fundó la sociedad anónima Société Générale de Photosculpture de France - Willéme, de Marnyhac et Cie., junto con el marchante y artista Charles de Marnyhac (1838-1897) que lo secundó y fue gerente de la misma. 

La Exposición Universal de 1867 dio notoriedad mundial a este procedimiento presentado en un pabellón diseñado al efecto. A pesar del reconocimiento obtenido, un año más tarde, en 1868, Willème dejó de hacer fotoesculturas y la Societé Génerale de Photoesculture se disolvió.

La llegada de la fotoescultura a España

El 9 de abril de 1863 esta técnica se patentó en Madrid donde se transcribió su nombre como “Willeine”. El fotógrafo de la reina Isabel II, Jean Laurent trajo a Madrid al inventor de la fotoescultura, para realizar una serie de perfiles en diversos tamaños, bustos y figuras de cuerpo entero de diversos miembros de la familia real española.  
Para ello, se construyó en el Palacio Real de Madrid un estudio fotográfico como el diseñado por Willème en París, aunque más pequeño. Los negativos obtenidos de estas tomas fotográficas se enviaban a Marnyhac en París, donde se llevaba a cabo la realización de las esculturas. 
Se conserva la toma de una de las fotos del rey consorte Francisco de Asís posando para su fotoescultura de cuerpo entero. Está sobre una plataforma de madera, dividida radialmente con líneas que se correspondían con cada objetivo fotográfico.
Por la realización de estos trabajos a Willème se le concedió la Orden de Carlos III.

La colección de fotoescultura de Patrimonio Nacional

Patrimonio Nacional conserva la colección de fotoescultura más importante y numerosa del mundo, treinta y cuatro piezas —treinta y nueve si se cuentan individualmente las figuras del grupo de la "Familia Real"—. Representan, en su mayor parte, a miembros de la familia de la reina Isabel II. A ellas se suman otros personajes de la época como el duque de Morny, el marqués de Osmond o un busto de personaje desconocido. El Archivo General de Palacio conserva varios documentos, fechados entre 1866 y 1867, en relación con los pagos de estas fotoesculturas. 
La llegada de Willème a Madrid atrajo, lógicamente, la atención de la aristocracia española, que también quiso disponer de este tipo de obras. Actualmente se localizan diversos ejemplos en otras colecciones privadas españolas, y en instituciones públicas como el Museo Cerralbo.

El grupo escultórico de la Familia Real

El grupo de la familia real española es el más grande e importante de la producción de la fotoescultura, recreando el estrado del Palacio Real con los cuatro leones, símbolos de exaltación del poder regio. 
La reina Isabel II preside junto al príncipe de Asturias, futuro Alfonso XII, acompañada del rey consorte y de tres de sus hijas, las infantas Isabel, Pilar y Eulalia. 
Este conjunto se realizó mediante un proceso electroquímico, utilizando plata sobre cobre con la técnica de la galvanoplastia por la que una fina capa superficial recubre la superficie del objeto con el material noble elegido, con un nivel de calidad excepcional a menor coste. 
Además, la empresa francesa de platería Christofle colaboró excepcionalmente en tres bustos de Isabel II, Francisco de Asís y el futuro Alfonso XII realizados en galvanoplastia de cobre patinada.

Una de las singularidades más destacas de la fotoescultura es su capacidad para reflejar la realidad y los más mínimos detalles tanto de rostros como de la indumentaria y adornos de los retratados. Una cualidad que ha permitido reconocer e identificar joyas, medallas y condecoraciones que porta la reina Isabel II.

Joyas, condecoraciones y medallas de la familia real

La reina Isabel II, como es habitual en sus retratos de aparato, porta en la cabeza una corona. Aunque en España los reyes no son coronados sino proclamados y por tanto no lucen corona, la reina, con este adorno potenciaba su legitimidad y soberanía. El ejemplar con el que se engalana —se ha perdido en el grupo escultórico y en la figura exenta— es un modelo que reproduce varias flores de lis. Se representa por primera vez en un retrato de Federico de Madrazo de 1848. Además de Jean Laurent, Pedro Martínez de Hebert y Franck fotografiaron a la reina con esta corona. Fue una pieza muy utilizada por la soberana porque las flores de lis que la adornan es el emblema de la casa de Borbón.

Los pendientes largos también denominados arracadas o zarcillos, reproducen un modelo “de farolillo” poco habitual en los retratos conservados. Dos collares, uno de perlas y otro con chatones de diamantes rodean el cuello de la reina. 

La pieza más significativa del aderezo de la reina es un broche en forma de mariposa heredado de su madre la reina María Cristina de Borbón. Lo podemos observar en el retrato de María Cristina realizado por Valentín Carderera.

Los brazaletes a partir de esta época se convierten en una pieza singular. Se usaban modelos diferentes y las damas podían lucir varios en cada brazo. Solían estar fabricados en oro o plata en forma de aro rígido o en varias partes articuladas. Se cerraban con grandes broches enriquecidos con pedrería y embellecidos con esmalte. En ocasiones se suspendían medallones o guardapelos.

La presilla de banda en el hombro, fundamental para sujetar las bandas y las condecoraciones completan el alhajamiento de la reina. 

La infanta Isabel luce además un colgante en forma de corazón, alhaja tradicional en su atuendo.

Otras colecciones de fotoescultura

El fotógrafo Antoine-François Claudet (1797-1867) difundió esta técnica en Gran Bretaña, convirtiéndose en director artístico de la empresa de Willème Societé Générale de Phtoculpture. En 1864 esta técnica se patentó en los Estados Unidos de América, donde Hutson et Kurtz fundaron en 1866 en Nueva York una sociedad de la fotoescultura. 

En París Willème recibió encargos de un buen número de personas del ámbito cultural, conservados hoy en diversas instituciones públicas, entre ellas el Museo de Artes DecorativasMuseo Carnavalet, en París y el Museo de Arte y Arqueología de Senlis.

También se conservan fotoesculturas en colecciones en Suiza, Alemania y los Estados Unidos de América, tanto en Los Ángeles en el LACMA, como fundamentalmente en el Georges Einstman Museum de Nueva York y en el Iris & B. Gerarld Cantor Center for Visual Arts de la Universidad de Stanford. Esta última institución cuenta con doce fotoesculturas, once de ellas adquiridas a los descendientes de Gerard Levy en París, quien redescubrió la fotoescultura e inició su coleccionismo en los años 1980. 

Obras

Autores y coleccionistas

Alfonso XII
Monarca

Alfonso XII

(Madrid, 1857 - Madrid, 1885)

Sexto de los diez hijos de la Reina Isabel II (1830-1904) y de su esposo, el Rey consorte Francisco de Asís de Borbón (1822-1902), la primera educación del futuro Alfonso XII estuvo a cargo del Marqués de Alcañices, por entonces jefe del Cuarto del Príncipe. En 1865 la dirección de su formación recayó en el Conde de Ezpeleta. Ese mismo año, el general Álvarez Osorio fue designado jefe de Estudios, el Canónigo Cayetano Fernández profesor de religión, materia en la que sería sucedido más tarde por el Arzobispo de Burgos, y Bernardo Uribarri, Isidro Losa y Guillermo Morphy tomaron posesión de los puestos de gentileshombres de cámara. 

Después de la Revolución de septiembre de 1868 y del exilio de...

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Francisco de Asís de Borbón
Monarca

Francisco de Asís de Borbón

(Aranjuez (Madrid), 1822 - Castillo d´Epinay-sur-Meuse, Seine-Saint-Denis (Francia), 1905)

Tercero de los once hijos del Infante Francisco de Paula (1794-1865) y de Luisa Carlota de Borbón Dos Sicilias (1804-1844), Francisco de Asís de Borbón era nieto de Carlos IV (1748-1819) por vía paterna. Infante de España, Duque de Cádiz y caballero de las Órdenes de Carlos III y del Toisón de Oro, casó con su prima hermana, Isabel II (1830-1904), el 10 de octubre de 1846 en una ceremonia celebrada en el Palacio Real de Madrid. La candidatura de Francisco de Asís de Borbón a la mano de la Reina se vio favorecida por el apoyo que le otorgaron los gobiernos francés y británico, así como por su origen español. Desde el momento de su boda, Francisco de Asís de...

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Isabel II
Monarca

Isabel II

(Madrid, 1830 - París (Francia), 1904)

Hija primogénita de Fernando VII (1784-1833) y de su cuarta esposa, María Cristina de Borbón Dos Sicilias (1806-1878), la futura Isabel II fue jurada Princesa de Asturias ante las Cortes españolas, reunidas en la Iglesia de San Jerónimo el Real de Madrid, el 20 de junio de 1833. Apenas tres meses después, se convirtió en Reina de España tras el fallecimiento de Fernando VII el 29 de septiembre de ese mismo año. Durante su minoría de edad, actuaron como regentes, primero su madre, la reina María Cristina, y después el general Baldomero Espartero.La infancia de Isabel II se vio condicionada no sólo por el estallido de la primera Guerra Carlista (1833-1840), que puso en cuestión su legitimidad como Soberana...

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Organiza: Patrimonio Nacional

Comisarias: Leticia Azcue Brea, Museo Nacional del Prado y María José Suárez Martínez, Patrimonio Nacional

Coordinadoras: Cristina Guzmán Gutiérrez e Isabel Sampedro Mendes

Diseño museográfico: gaSSz arquitectos

Montaje: Horche